La inversión en infraestructura es necesaria para el bienestar social

2018-09-26T11:27:01-03:00 18/05/2016|

La noticia de estos días es que la cámara de diputados dio media sanción a la ley que autoriza al Poder Ejecutivo Provincial a tomar crédito público por 1.000 millones de dólares a los fines de invertir en infraestructura provincial. El proyecto de Ley enviado por el Poder Ejecutivo especifica que el dinero será destinado a mejorar la red vial provincial, las obras de hidráulica y saneamiento, de seguridad, de salud, de educación, de hábitat, de justicia y los gasoductos regionales.

Respecto a este tema me gustaría decir: nuestra historia reciente, desde la dictadura y hasta el presente, ha estigmatizado al crédito externo.

Tomar crédito ha sido sinónimo de endeudamiento ilegítimo en nuestro país, de pago de intereses y de corrupción.

Ha significado, en los últimos 40 años, la razón principal de nuestras dificultades económicas.

Pero esta vez no. Tomar crédito será sinónimo de uso adecuado del mismo. Aplicarlo a lo que corresponde, como ocurre con todos los créditos, es una herramienta regenerativa de la economía. Bien aplicado es una puerta al crecimiento y al desarrollo. Y esto puede verse desde 3 puntos de vista:

Desde lo SOCIAL

La Obra Pública genera empleo. Ese empleo genera salarios, aportes sociales, ingreso de recursos a las Cajas de jubilaciones, a las obras sociales. Esos ingresos generan un aumento del consumo. Y que ese consumo beneficia al comercio, a la industria, y al fisco.

Pero con una mirada más largoplacista, la distribución de las obras a lo largo y a lo ancho del territorio provincial permitirá seguir reduciendo las asimetrías territoriales entre las distintas regiones.

El plan del Norte, que es uno de los principales beneficiados de este crédito, iguala las oportunidades de los habitantes del norte que históricamente migran al centro o al sur de la provincia para conseguir empleo.

Y no hace falta decirlo, pero por las dudas vale recordarlo: El empleo reduce la pobreza, la marginalidad, y por ende reduce las frustraciones, y con ello le da sentido al día de los hombres y las mujeres. Una sociedad con empleo, es una sociedad con equidad, y es una sociedad con expectativas de desarrollo. Con horizontes.

Ésta decisión del gobierno es eso. Es aplicar recursos para construir futuro. Por las obras que se proponen, y por los efectos multiplicadores de sus resultados, que no persiguen otra cosa que el bienestar de sus ciudadanos

Desde lo PRODUCTIVO

El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo prevé el uso de los recursos que se obtengan exclusivamente para inversión, la gran mayoría con impacto directo en el aparato productivo provincial, permitiendo:

Revertir los efectos del fenómeno hídrico extraordinario que golpeó con una dureza inusitada sectores enteros de nuestra provincia.

Un salto sustancial en la cantidad y calidad de infraestructura disponible a disposición del aparato productivo provincial.

Mejora de su competitividad sistémica

Todo lo anterior redundará en un incremento sustancial de la capacidad de creación de riqueza de le economía provincial y, por ende, del país.

Desde lo FINANCIERO

A diferencia de otros casos (casi todos los demás en el país) esta emisión de deuda no es ni para consumo, ni para gasto corriente, ni para pagar deuda que vence. Son recursos genuinos para incrementar la infraestructura y la capacidad productiva de la provincia y, por ende, del país.

Es precisamente la salud financiera de la provincia, la que nos permite tomar crédito a mediano plazo y a muy bajo costo. Santa Fe no solo tiene la más alta calificación financiera, sino que sus cuentas permite cancelar con tranquilidad y sin comprometer sus finanzas con el préstamo

El mecanismo del uso del crédito para financiar infraestructura de gran escala permite, además, aplicar el criterio de equidad intergeneracional. Esto es, que el financiamiento de la infraestructura la costeen todas las generaciones que disfrutarán de la misma. No obstante, recordando el hecho de que dicha infraestructura una vez puesta en servicio generará su propia capacidad de pago, las generaciones futuras dispondrán de mayor riqueza y, por ende, un menor sacrificio.

Desde lo MACRO

En una coyuntura como la actual, con un arrastre de 4 años de recesión y estancamiento económico, una expansión a gran escala de la obra pública financiada con crédito público es una de las medidas más reactivas de la economía.

Está demostrado que la obra pública es el motor multiplicador de la economía. No es un invento del Gobernador Lifschitz, ni del Ministro Saglione, ni de este cuerpo legislativo. La obra pública, la inversión en obra pública crea puestos de trabajo genuinos, dinamiza del sector y desencadena contagios a muchos otros sectores. Lo hizo el Plan MARSHALL, lo explica cualquier manual de economía desarrollista.

Que esta expansión de la obra no sea financiada con mayor presión tributaria, interrumpe el círculo vicioso de recesión y desempleo, y permite que dicho efecto expansivo no sea neutralizado por el efecto de la carga tributaria.

Esto es: no le vamos a sacar recursos a salud, ni a educación, ni a justicia, ni a seguridad, ni vamos a interrumpir ningún proceso en marcha, para comenzar este plan.